No es exagerado decir que hubo un antes y un después de la invención de la imprenta en el mundo moderno . Y su llegada a Valencia fue muy poco después de haberse introducido en Italia en el año 1465, dando ello muestra de la enorme importancia de la ciudad en esta época, de su altísimo nivel socio-económico y cultural y del elevado reconocimiento europeo que disponía en esos tiempos. Aunque Segovia y Valencia se disputan el haber sido los primeros ,es posible que la primera imprenta se instalara en el año 1474 junto al Portal de Valldigna , la de Jacobo Vizlant, comerciante alemán que representaba a la familia de los Ravensburg. Ante esta potencia económica de la Valencia cuatrocentista, llegaron a nuestra ciudad los alemanes Lambert Palmart, Lope de Roca, Nicolás Spindeler, Juan Rosenbach, Pedro Hagenbach, Leonardo Hutz y Cristóbal Koffman a requerimiento de Vizlant . Posteriormente se introdujo en otros países como Francia y Holanda. Del taller de Vizlant se hizo cargo el maestro impresor Lambert Palmart que en el año 1474 imprimió la primera obra literaria de España Les obres e trobes davall scrítes les cuals tracten de lahors de la sacratíssima Verge María (considerado como el primer libro literario impreso en España) en lengua valenciana. Lambert Palmart publicó más de una docena de obras hasta 1493, año en que vendió su negocio. Entre sus autores figuran Aristóteles, Salustio, Mela, Esopo y Jiménez.
La tradición de la imprenta pronto llegaría a crecer y el número de impresores de Valencia por estas fechas es superior al de cualquier otra ciudad de España. Y tanto entonces como en posteriores tiempos Valencia acogió a numerosos impresores extranjeros, alemanes, suizos, franceses, etc. que seguramente acudían a ella atraídos por las posibilidades para el desarrollo de esta pujante industria. Además aquí existía una larga tradición de elaboración de papel, introducida por los árabes e impulsada por sus molinos de Játiva. Este auge en la industria impresora así como el gran crecimiento socio-cultural, desarrollan un momento de especial esplendor del Reino de Valencia, así como el nacimiento del Siglo de Oro valenciano. Resulta pues evidente que Valencia llegó a ser a finales del S. XV el primer centro editorial de España. Durante el quinientos llegó a contar con treinta y dos impresores, entre los que destacaron Joffre, Costilla, Sanahuja, Díaz, Romano, Maciá, Navarro y el flamenco Juan Mey, cabeza de una dinastía que habría de publicar casi la mitad de la producción local en materia de humanidades. A finales del S. XV y principios del XVI convivían impresores, encuadernadores, curtidores e ilustradores, que alcanzaron fama y prestigio, y fue aquí donde vio la luz el primer incunable fechado, el Comprehensorium con colofón en Febrero de 1475 ,y en el año 1477 la Tertia pars Summa Teologica, primer incunable con todos los datos completos; otras de las obras más relevantes de la imprenta valenciana es la Biblia de Bonifaci Ferrer que fue elaborada en 1478. Estas obras impresas se distinguieron durante más de un siglo no sólo por su elevada calidad, sino por ser auténticas obras de arte y contribuyeron excepcionalmente al apogeo y al esplendor de la imprenta valenciana. En el S. XVIII, los Orga ,familia de reconocido prestigio, también formó parte de la tradición de los impresores más importantes de la ilustración valenciana junto a los Monfort, los Bordázar, Joaquin Ibarra o Sancha.