Valencia fue en los siglos XVII y XVIII en proporción una de las ciudades españolas con más conventos, monasterios e iglesias parroquiales y por ello fue bautizada como la ciudad de las mil torres. Y es que la ciudad llegó a tener 23 cenobios a finales del siglo XVIII de los que sólo quedan en pie ocho. Estos son el Convento del Carmen, sede de la Real Academia de San Carlos; los Monasterios de San Miguel de los Reyes, sede de la Biblioteca Valenciana, y de la Trinidad, el único que sigue ocupado por religiosas clarisas; el Convento del Pilar , del que nos queda la actual iglesia del Pilar , el de San Felipe Neri, actual iglesia de Santo Tomás; el Monasterio de San Vicente de la Roqueta, cuyo anexo es la Parroquia de Cristo Rey ; el Convento de la Corona, que fue cedido a la Casa de la Beneficencia y que alberga el Museo de Prehistoria; y el Convento del Temple que en la actualidad es la sede de la Delegación del Gobierno en Valencia.
Debemos decir que la fundación de conventos en Valencia data de la época de la Reconquista. De ellos , el Convento de San Francisco, cuyas ruinas se encuentran bajo la actual plaza del Ayuntamiento, fue el primero y fue impulsado por dos frailes que iban en el séquito del rey Jaume I , asentándose sobre el palacio de verano del rey moro Zeid Abu Zeid. Pero la desamortización de Mendizábal junto con un urbanismo entendido exclusivamente como apertura de grandes avenidas dieron al traste con numerosos conventos y fueron por eso su puntilla.
Algunos de ellos fueron reutilizados y rehabilitados pero otros fueron directamente derribados. En el proceso de exclaustración, subasta y derribo de los edificios religiosos impulsada por la Junta de Enajenación de Edificios, la Comisión de Arquitectura de la Academia de Bellas Artes de San Carlos recomendó en 1837 salvar y conservar por su calidad artística ocho edificios intramuros. Estos eran el Convento del Temple, el de los dominicos de Santo Domingo, el de San Felipe de Neri, el de la Compañía de Jesús, el del Carmen, el de San Agustín, el del Pilar y el de Trinitarios descalzos. También pidió que se protegieran extramuros otros seis cenobios, entre ellos el de San Miguel de los Reyes y San Pío V. Como se ve , esto se cumplió sólo parcialmente...
Debemos decir que la fundación de conventos en Valencia data de la época de la Reconquista. De ellos , el Convento de San Francisco, cuyas ruinas se encuentran bajo la actual plaza del Ayuntamiento, fue el primero y fue impulsado por dos frailes que iban en el séquito del rey Jaume I , asentándose sobre el palacio de verano del rey moro Zeid Abu Zeid. Pero la desamortización de Mendizábal junto con un urbanismo entendido exclusivamente como apertura de grandes avenidas dieron al traste con numerosos conventos y fueron por eso su puntilla.
Algunos de ellos fueron reutilizados y rehabilitados pero otros fueron directamente derribados. En el proceso de exclaustración, subasta y derribo de los edificios religiosos impulsada por la Junta de Enajenación de Edificios, la Comisión de Arquitectura de la Academia de Bellas Artes de San Carlos recomendó en 1837 salvar y conservar por su calidad artística ocho edificios intramuros. Estos eran el Convento del Temple, el de los dominicos de Santo Domingo, el de San Felipe de Neri, el de la Compañía de Jesús, el del Carmen, el de San Agustín, el del Pilar y el de Trinitarios descalzos. También pidió que se protegieran extramuros otros seis cenobios, entre ellos el de San Miguel de los Reyes y San Pío V. Como se ve , esto se cumplió sólo parcialmente...