24 de junio de 2010

Las Reales Atarazanas como construcción gótica para la reparación de naos.


En su remoto origen encontramos que el rey de Aragón Pedro III el Grande concedió licencia en el año 1284 a los Cónsules de la Ciudad para edificar un local con el fin de construir y reparar los barcos que la Corona precisara en su lucha por conseguir el trono de Sicilia entonces en disputa. Pero el continuo crecimiento del puerto de Valencia hizo recomendable la construcción de un lugar estable donde se pudieran construir y reparar los diversos barcos, pudiendo también servir de almacén de material naval, para lo cual se acordó el 27 de agosto de 1338 la construcción de unas nuevas atarazanas o drassanes. El paso del tiempo obligaría a una continua ampliación de las instalaciones hasta que en 1398 el edificio empieza a adquirir la forma que ahora conocemos.La atarazanas que se adscriben el periodo del gótico civil, constan de cinco amplias naves paralelas, de 10 metros por 48 metros; de ocho tramos con techumbre de madera y cubiertas a doble vertiente sobre arcos apuntados de diafragma. Su fábrica es de ladrillo, pero dentro de su funcionalidad presentan un gran porte monumental. Cada nave, además, está dividida en 8 partes, con 9 arcos sobre pilares de mampostería, con lo cual resultan 40 tramos. En total ocupa una superficie rectangular de 3.500 m2, y cabe destacar que la quinta nave es un poco mayor que las cuatro restantes. La construcción del porche actual se decidió en 1409, aunque el que ahora vemos es una reconstrucción moderna realizada en el siglo XX. Todo el perímetro de las atarazanas se encontraba rodeado por una muralla, y a su interior se accedía por tres puertas, una de ellas situada en la plaza donde se encuentra la actual iglesia de Santa María del Mar.
Entre los maestros canteros que de un modo u otro han intervenido en las obras del edificio destacan Pere Compte y Miquel Joan Porcar, siendo al primero a quien se atribuye la construcción de las mismas. Entre los elementos originales destacan las canalones de piedra que servían para recoger el agua de lluvia, los cuales conservan cada uno el escudo de la ciudad. A partir del siglo XVI la importancia de las atarazanas pero han servido desde la construcción y reparación de barcos antes comentada, pasando por a ser almacén de sal, de trigo, estancia del rey Francisco I de Francia, hasta usarse, en la segunda nave, como sala de cine en 1915. Las distintas naves fueron separadas interiormente y alquiladas por separadas para distintos menesteres.
Respecto a la titularidad de sus propietarios, comenzó siendo municipal, como hemos dicho, para pasar a ser propiedad del Rey con la Guerra de Sucesión, al cabo de la cual volvió a poder de la ciudad hasta el año 1802, en que pasaron al Estado, por motivos de deudas a la Real Hacienda. No sería hasta 1840 cuando esta las vende a particulares. Hoy en día vuelve a ser de titularidad municipal. Los trabajos de restauración fueron finalizados en 1992, y en la actualidad son utilizadas como Sala Municipal de Exposiciones. El 11 de Noviembre de 1949 fueron declaradas Monumento Histórico-Artístico Nacional.

Powerpoint sobre el Marítimo.