4 de marzo de 2010

El "Pare Jofré", fundador del primer hospital psiquiátrico que hubo en el mundo.



El Padre Jofré, era un valenciano de la Orden Mercedaria que hizo de su vida en el Siglo XIV, una dedicación a los desfavorecidos y además estudió Derecho. Esta orden dedicaba su actividad a asistir y rescatar a los cristianos cautivos en la guerra de reconquista frente a los musulmanes. En aquellas épocas los árabes tenían adelantos en la asistencia a enfermos y así el Padre Jofré conoció los tratamientos que se aplicaba a los enfermos mentales en el mundo islámico.En el mundo cristiano de la época, los enfermos mentales eran considerados por la gente ignorante como endemoniados, lo que daba lugar a infanticidios, tratamientos exorcistas y abandonos. Cuando el Padre Jofré, un 24 de Febrero de 1409, se dirigía a la Catedral a pronunciar un sermón, presenció como una pandilla de chavales, perseguía a un joven demente, gritando “al loco… al loco” mientras lo apedreaban,y el religioso se enfrentó a la turba y los detuvo pidiendo compasión, lo llevó a su convento y lo cobijó tras curar sus heridas.El Padre Jofré, en el mensaje de su predicación, pidió a los asistentes caridad para los enfermos abandonados objeto de burla y malos tratos. El mensaje fue tan convincente que conmovió a los asistentes, y su sermón dio lugar a que de la iniciativa surgiera el proyecto que permitió inaugurar el Primer Psiquiátrico del mundo, hospicio denominado de los Santos Mártires Inocentes .
Las contundentes palabras del clérigo , con las reiteraciones y la viveza de la lengua valenciana en la que se pronunciaron han llegado hasta hoy. “En la presente ciudad, hay mucha obra pía y de gran caridad y sustentación; pero aún falta una, que es de gran necesidad, cual es un “hospital” o casa donde los pobres inocentes y furiosos sean acogidos. Porque muchos pobres inocentes y furiosos van por esta ciudad, los cuales pasan grandes desaires de hambre, frío e injurias. Por tal, como por su inocencia y furor no saben ganar ni pedir lo que han de menester para sustentación de su vida, por lo que duermen por las calles y perecen de hambre y de frío, muchas personas malvadas, no teniendo a Dios ante los ojos de su conciencia, les hacen muchas injurias y daño, y señaladamente allá donde les encuentran dormidos los vejan y matan a algunos y a algunas mujeres avergüenzan. Asimismo, los pobres furiosos hacen daño a muchas personas que van por la ciudad. Estas cosas son notorias a toda la ciudad, por lo que sería santa cosa y obra muy santa que en la ciudad de Valencia fuese hecha una habitación u “hospital” en que semejantes locos e inocentes estuviesen de tal manera que no fuesen por la ciudad ni pudiesen hacer daño ni les fuese hecho”.
El Hospital de Inocentes, de los locos y orates, (Dels Ignoscents, dels folls y dels Orats), se inauguró en Junio de 1410 y estaba situado en lo que hoy es Biblioteca Valenciana, entre la calle Guillem de Castro y Hospital. En dicho sanatorio se colocó una imagen de la Virgen que, según la tradición o leyenda, realizaron tres peregrinos que pidieron asilo por unos días en dicho hospital, y que marcharon sin dejar otro recuerdo que la que se convertiría en la Mare de Deu dels Folls, Inocents i Desemparats, y que ,con esta última denominación ,motivó el fervor de los valencianos para convertirse en la Patrona de Valencia y de sus tres provincias. En aquella época aquellos enfermos solían permanecer atados o encadenados pero el Padre Jofré introdujo trabajos manuales, o dedicados a labores de la huerta, las mujeres hacían hilados, bordados y bolillos, juegos y distracciones, ejercicios, dietas adecuadas higiene tratamiento médico y terapia rehabilitadora.El Padre Jofré, junto a San Vicente Ferrer, fundó el primer orfanato para niños abandonados, y también dedicó atención a la protección de mujeres reformando a prostitutas. Además organizó una Hospederia en el Puig, para atender los peregrinos pobres. Sus restos se conservan en el Real Monasterio de los religiosos mercedarios de El Puig de Santa María, donde murió.Adjuntamos su cuadro de Sorolla, un tapiz de flores , su estatua en el Palacio Arzobispal , un busto , su estatua en el antiguo Hospital y un cómic con su historia.