La historia del Puerto de Valencia comienza en el año 1483, cuando el rey Fernando El Católico expide a favor del caballero valenciano Antoni Joan el privilegio para construir un puente de madera en la playa del Grao, conocido como el “Pont de Fusta”. Y es que la línea de costa de Valencia, carente de cualquier abrigo natural, fue un serio obstáculo para el inicio de los intercambios marítimos-comerciales pero , a pesar de ello, constan antecedentes de dicha actividad que se remontan ya al S.VI A.C. Su gran salto se produjo desde el año 1283 con el Tribunal del Consolat del Mar que fue constituido por el rey Pedro III como organismo jurídico para tramitar los asuntos mercantiles y marítimos. La ciudad va experimentando un incipiente comercio marítimo que requiere una mayor apertura al mar . Ya en la segunda mitad del S.XV, la ciudad de Valencia, con 75.000 habitantes, era la más poblada de la Península Ibérica, y su puerto, era el más importante de la Corona de Aragón, teniendo líneas de navegación con puertos de Italia, Francia,Flandes y el Norte de África, a pesar de que hasta el siglo XVIII su acondicionamiento fue aún deficiente. Además se complementaba con una función militar con sus conocidas “atarazanas” o "drasanes" como centro de producción y reparación de naves y sirvió también de almacenamiento de pertrechos y armas. Dicho centro contaba con espacios anexos, silos, polvorines y almacenes de guarda de aparejos. Su estructura contaba con cinco naves góticas y conservadas estas hasta nuestros días. El puerto también contó con una sala noble con artesonado dorado para la recepción de autoridades, reyes y papas que llegaban a Valencia por mar.
Comercialmente, al puerto llegaban artículos manufacturados, materias primas y objetos de lujo como lana, cuero, papel, algodón, sal, almendras, vino, pasas y cereales y Valencia, exportaba paños, cerámica, naranjas, tejidos de seda, guarnicionería, seda en rama, chapines (calzado de seda) y grana. Arquitectónicamente ,los elementos portuarios más destacados del siglo XX son los denominados tinglados o almacenes que han llegado hasta nuestros días. Están decorados al estilo modernista valenciano con ornamentos alegóricos en relieve alusivos al comercio y a la navegación. Se trata de mosaicos cerámicos realizados en vivos colores sobre temas valencianos típicos como las naranjas y otras frutas, espigas y guirnaldas. También sobresale el llamado Edificio del Reloj que fue el edificio de la antigua estación marítima y enfila el inicio de la Avenida del Puerto. Es una construcción de planta rectangular y torre con un magnífico reloj aunque su decoración es bastante sobria. Hay que añadir que ya en 1835 había atracado en el Grao el primer barco de vapor, El Balear, que dio origen a la primera línea regular de barcos de vapor Valencia-Tarragona-Barcelona, de pasaje y cabotaje. En el actual siglo XXI las obras más importantes son las que se han ejecutado para la competición de la Copa de la América.
Comercialmente, al puerto llegaban artículos manufacturados, materias primas y objetos de lujo como lana, cuero, papel, algodón, sal, almendras, vino, pasas y cereales y Valencia, exportaba paños, cerámica, naranjas, tejidos de seda, guarnicionería, seda en rama, chapines (calzado de seda) y grana. Arquitectónicamente ,los elementos portuarios más destacados del siglo XX son los denominados tinglados o almacenes que han llegado hasta nuestros días. Están decorados al estilo modernista valenciano con ornamentos alegóricos en relieve alusivos al comercio y a la navegación. Se trata de mosaicos cerámicos realizados en vivos colores sobre temas valencianos típicos como las naranjas y otras frutas, espigas y guirnaldas. También sobresale el llamado Edificio del Reloj que fue el edificio de la antigua estación marítima y enfila el inicio de la Avenida del Puerto. Es una construcción de planta rectangular y torre con un magnífico reloj aunque su decoración es bastante sobria. Hay que añadir que ya en 1835 había atracado en el Grao el primer barco de vapor, El Balear, que dio origen a la primera línea regular de barcos de vapor Valencia-Tarragona-Barcelona, de pasaje y cabotaje. En el actual siglo XXI las obras más importantes son las que se han ejecutado para la competición de la Copa de la América.