La Orden de Montesa fue la única orden religiosa y militar específicamente valenciana y fue fundada por el rey Jaime II de Aragón en el S.XIV. En el año 1312, un concilio puso fin a la antigua orden del Temple y por ello se habló de asignar los bienes que los templarios tenían en el reino de Valencia a la Orden del Hospital. Jaime II, temiendo un enriquecimiento peligroso de los hospitalarios, inició una serie de embajadas ante el Papa, a fin de conseguir la creación de una nueva orden militar y símbolo con los bienes que templarios y hospitalarios tenían en el reino de Valencia. Además, el rey se comprometía a aportar la ubicación de la villa real de Montesa, donde tendría que radicar el convento de la orden. La elección de Montesa como sede de la nueva institución obedece al hecho de encontrarse en la frontera sur del reino, con territorios ya conquistados pero con numerosa población musulmana; además, su situación estratégica favorecía el control del valle de Montesa, vía de acceso natural hacia Castilla.
En cuanto a los miembros de la Orden, los podríamos agrupar en dos. Por una parte, los dedicados, al menos teóricamente, a la guerra, cruzados caballeros según las reglas de caballería a partir de 1393; estos debían ser hijosdalgo de sangre en sus dos primeros apellidos, no haber ejercido oficios manuales , no tener mezcla de raza , ni que desciendan de prestamistas o mercaderes al menor , o que carezcan de medios suficientes de subsistencia. Por otra, los religiosos, dedicados a la liturgia en el convento de Montesa o al servicio de las parroquias donde la Orden tenía el derecho de nombrar al párroco. Tanto frailes clérigos como frailes caballeros debían mantener los tres votos clásicos: castidad, pobreza y obediencia. Esta situación cambió para el grupo de los caballeros en 1558, cuando el último maestre de la Orden contrajo matrimonio. A partir de entonces, los caballeros que quisieron, pudieron casarse, circunstancia que ratificó el Papa en 1588.
El reino de Valencia se encontraba agitado debido a la revuelta conocida como de la Unión, por la que algunos nobles valencianos, apoyándose en el pueblo, deseaban emanciparse de la tutela del Reino de Aragón y constituirse en un reino independiente. El rey de Aragón encargó al Maestre de Montesa, Arnaldo de Ferriol, que controlara a los sediciosos, convirtiéndose así los montesanos en una baza muy importante para que se derrotara a los sublevados de Valencia. La Orden se convirtió en la principal fuerza militar defensora del trono. En el año 1748 dos terremotos destruyeron el castillo-convento de Montesa, enterrando entre sus escombros la mayor parte de sus moradores. En consecuencia, a principios de julio del mismo año los frailes de la Orden supervivientes se trasladaron a Valencia, al palacio del Temple, donde se construyó un nuevo convento. El 1835 se extinguieron definitivamente los señoríos jurisdiccionales, pasando los bienes de la orden de Montesa, de manera progresiva, a manos particulares.